martes, mayo 15, 2018

Gracias por las donas

Siento que a lo largo de este semestre he logrado plasmar muchas de las ideas que me han surgido frente a todos los temas que hemos visto. Hay cosas que pude reflexionar e intenté que, a través de mis bitácoras, los demás las conocieran. Ya que esta última es mi autoevaluación, puedo decir que cumplí absolutamente con todas las bitácoras del semestre, y me siento orgullosa de decir que solo una no tiene 1.200 palabras. Algo en lo que me esforcé (ya casi al final) fue en ponerle gifs, imágenes y siempre ser intertextual, es decir, traer cosas de otros campos del conocimiento o cosas interesantes para discutir. Este tipo de recursos ayuda a que la lectura no solo sea entretenida sino también ligera. Acepto que muchas veces me dejé llevar por la psicología pero no pude evitarlo, es demasiado cotidiana y aplica tanto para todo que sentí la necesidad de conectarlo. 

Por otro lado, en cuanto al material de la clase como tal, sé que de vez en cuando me distraje en las exposiciones pero sí tomé bastantes apuntes (tengo evidencia por todos los mails con notas que me llegaron después de cada clase). Me emocioné bastante con cada Kahoot, siempre pensaré que el mejor premio de todos fueron las donas. ¡Gracias a esas personas! ¡Se merecen lo mejor! (aunque nunca me las gané y eso me duele en el corazón). Las competencias me generaron bastante adrenalina y angustia, pero nada grave, profesor, puede estar tranquilo. No tendré ningún estrés post-traumático o algo así. 

Con respecto a mi exposición, fue muy chévere conocer sobre los memes pues aprendí que hacen parte de la transmisión de la cultura humana y por eso no es algo que se pueda tomar a la ligera. Personalmente, siento que aprendí a valorarlos, a pesar de que sea difícil tomárselos en serio. También conocí la historia de Gavin y entendí que no hay una fórmula específica para volverse famoso. Simplemente ocurre. 

Las normas APA fueron difíciles de memorizar pero siempre queda lo más importante que es la iniciativa para ser un investigador consciente y responsable. Algo que me quedó por siempre es la gravedad del plagio, pero sobre todo, lo horrible que es que un estudiante llegue hasta ese punto, no por falta de motivación, sino de valores. 

Tengo que confesar que solo falté a una clase, pero avisé con anticipación y fue por una buena razón: el homenaje que le hizo la facultad de ciencias a Stephen Hawking, específicamente una charla sobre ciencia y fe. Puedo decir que la aproveché mucho porque fue a raíz de esta conferencia que tomé la decisión de hacer mi trabajo final para mi clase de crónica y reportaje sobre los científicos creyentes. Gracias a esta oportunidad empecé a entrevistar a biólogos y físicos católicos y a hablar con sacerdotes que han profundizado en este tema. Siento que verdaderamente he aprendido y abierto mi mente a cosas nuevas. 

Creo que siempre tuve buena actitud, excepto cuando me decían que mis chocolates eran muy caros, eso sí me dolía un poquito y ponía mala cara. Pero de resto, sentí que tuvimos una buena convivencia con mis compañeros y supimos divertirnos y aprender al mismo tiempo. Por esto y por todo lo anterior, me autoevalúo con un 4.7.

PD. Quiero darle las gracias a todos mis compañeros por su buena actitud y por sus buenos premios. (Sobre todo las donas. Son el ejemplo del amor)

viernes, mayo 11, 2018

Sobre Justin, los Jonas Brothers y PSY

En la clase del viernes vimos un documental de Youtube que me dejó hipnotizada. En él se hablaba del nacimiento y evolución de la plataforma, especialmente sobre qué hacía que un video de Youtube fuera famoso. Y la respuesta, básicamente, es que no hay una fórmula secreta. Yo considero que todo depende del contexto en el que se encuentren las personas. Vimos el primer caso de series web, que involucraba a lonelygirl15; luego el surgimiento de artistas como Justin Bieber, PSY y videos graciosos que se volvieron populares en muchas partes del mundo.
Digo que todo depende del contexto porque, al no haber un patrón evidente, la causa se la atribuyo a una cultura que cambia con el tiempo. Por ejemplo, hoy en día luego de la popularidad de Justin Bieber, los agentes buscan gente que publique su talento en Youtube, sin embargo, vemos que no es tan fácil. ¿Es suerte? A veces yo creo que sí. Por el ejemplo de Justin Bieber cualquiera diría que el artista tiene que ser atractivo para poder mover masas, pero luego vemos el caso de Ed Sheeran y la teoría no funciona. Por eso sugiero que depende de la cultura, y todos los días la gente quiere algo diferente. Muchas veces quieren más de lo mismo, otras veces ya están aburridos del mismo estilo de música. Y así sucede con todo.
En el caso de Justin yo veo que era un niño tierno y atractivo con buena voz. Era el tipo ideal para ser el ídolo adolescente y amor platónico de todas las niñas. Si él hubiera seguido así, su popularidad hubiera bajado porque, aceptémoslo, ser el artista más deseado por niñas de 12 años, así como pasó con los Jonas Brothers, no es tan rentable. Lo que quiero decir es que es una fama que solo se vive una vez, a menos de que te ajustes a un nuevo ritmo o estilo para conseguir un público más amplio. De por sí los Jonas Brothers tuvieron que separarse para seguir siendo reconocidos. No es rentable ser el crush de todas porque la fiebre de las niñas se acaba con el tiempo, ellas crecen y de la siguiente generación seguramente lo verán muy grande y poco interesante, querrán algo nuevo. Por otro lado, los hombres automáticamente empiezan a odiarlo, y ahí pierde un público importante. Los hombres, yo no sé por qué (seguramente por celos) son otra mayoría que está constantemente en contra del artista, especialmente porque él se ha dedicado a tener fans mujeres y su música se clasifica como femenina, solo para niñas.



De nuevo, esto no pasa en todos los casos. Mi novio, por ejemplo, odió a Justin Bieber cuando salió a la luz, pero luego me confesó que siempre le gustaron los Jonas Brothers. Siento que puedo entender por qué le pasaba esto: los Jonas Brothers representaban una banda de hermanos con música y estilo un poco más masculina. Aun así, mi novio nunca quiso expresar este gusto en voz alta con todos sus amigos, seguramente se iban a burlar de él. Entonces, así le gustara Justin Bieber, no podía decirlo porque era una regla general: si eres hombre, odias lo que a las niñas les gusta.  
Volviendo al punto, lo que quiero decir es que es claro que un cantante con público femenino, tiene poco alcance, a menos de que sea música bailable o para perrear, tipo Ricky Martin (¿Sí notan todas las excepciones? Cada caso es distinto). Por eso Justin Bieber tuvo que cambiar su música y su imagen tierna, y ahora, por arte de magia su música les agrada a muchos hombres. Ahora Bieber se volvió rudo. Tiene tatuajes, se pinta el pelo, se baja los pantalones a la cadera, canta con raperos y pinta graffitis. Precisamente porque ya no es un niño de 14, se volvió sex symbol para las mujeres, algo mucho más serio (ya no es un niño con el que dan ganas de ir a comer helado y pasear por el centro comercial). Con sus canciones pasó lo mismo: hablan de cosas más superficiales y en sus videos de Youtube ya aparecen mujeres con menos ropa. Por eso sigue siendo reconocido.




O sea, comparen esto:


Con esto: 




Este es solo un caso dentro de millones de artistas que han tenido transformaciones para poder seguir en la industria de la música. Hablo de todo esto porque resaltar que el mundo cambia y que por eso no existe una fórmula mágica para ser famoso.
El caso de PSY es muy interesante. Él ya era famoso en Korea pero nadie en el occidente sabía quién era. De nuevo, es la cultura la que determina la fama de un artista. No era famoso hubiera nacido allá, sino porque recogía aspectos de la cultura que calificaban como interesantes y populares en Korea. En el occidente, por lo menos, a las masas no les llama la atención este tipo de música. 

Todo esto cambió como si nada gracias al mismo agente que descubrió a Justin Bieber. Scooter Braun se dio cuenta de que, si algo ya estaba siendo muy popular en oriente, podría también serlo a este lado del globo. Sigo sin entender cómo y por qué. Me arriesgo a decir que fue la coreografía, porque como bien decía el manager, es PSY es un hombre oriental y poco atractivo, eso no suele llamar la atención. El baile de la canción Gagnam Style es brutal. El tipo sabe moverse y tiene mucho estilo (obviando que las mujeres y la referencia superficial al dinero ya es un tema interesante en nuestra cultura). Es importante resaltar que, primero, a PSY no se le había ocurrido subir un video a Youtube, y, segundo, no pensaba en incluir al público occidental dentro de sus fans. Con Scooter Braun, todo eso cambió. Se reinventó y ahora todos lo conocen.




También está el caso de los videos graciosos, esos que generan memes, ¡como Gavin! Algo que noto que pasa con los memes constantemente es que las personas buscan sentirse identificadas, saber que todos los seres humanos sentimos que Netflix es una parte importante de nuestra vida, que a todos nos fastidia estudiar o que nos encanta comer (Claro, estas características hacen parte del mundo consumista que ha generado Estados Unidos, no hablemos de las personas que viven en extrema pobreza y en países poco desarrollados). Al ver los videos de Gavin, las personas se divierten con el niño, pero pronto generan memes para transformar un gesto o una acción en una idea que todos sentimos. De una u otra forma, inmortalizan una conducta o relación humana que muchos sentimos. Por eso también creo que los stand up comedies son tan exitosos: literalmente nos hace gracia reírnos de nosotros mismos y de lo particulares que somos. Todos los chistes que hay en internet, triunfan y permanecen precisamente porque se van adaptando a la cultura cambiante, es como estuviera constantemente al servicio de sus necesidades y por eso está renovándose constantemente. Lo mismo con Justin, los Jonas y PSY.
Así, la única fórmula que encuentro para alguien que quiere ser famoso es, tristemente, darle al público lo que quiere, convertirse en un juguete para satisfacer sus deseos y estar dispuesto a cambiar, justo cuando ya se sentía cómodo y auténtico.

miércoles, mayo 02, 2018

Sobre Juanita, la mariposa y la coma fantasma

En la clase del 20 de abril hablamos de los signos de puntuación y las mayúsculas, algo que de verdad siento que es muy importante y que intento no olvidar día a día. Yo soy de las personas a las que, en serio, les molesta que otros escriban mal. Soy de las que pienso que la gente que no pone tildes o mayúsculas, y que no utiliza bien las comas por simple ignorancia, necesita una clase como esta. Tal vez un curso intensivo. ¡No entiendo cómo no les interesa hacerse expresar bien! Tampoco entiendo cómo hay gente que les entiende. Que alguien les entienda y les responda es como un refuerzo positivo a la persona que habla mal, y ante eso, no va a cambiar su conducta, no hará nada para expresarse mejor. Y esto es grave.

Las abreviaturas no me molestan tanto, sé que por Whatsapp puede resultar necesario, ya que es una vía de comunicación mucho más informal y rápida. Entiendo que una persona que esté en una fila para comprar un café necesite escribirle rápido a su amigo para concordar cuál café comprar y en esos momentos puede surgir un “Parece que no hay café con crema xq a la señora de adelante no le ofrecieron.” Okay, es válido. Lo que no es válido es que escriban así en los textos académicos. Como es tan evidente y visualmente horrible, la gente no lo hace tan seguido. El problema es con las tildes porque al no ser tan notorias y al no cambiar la idea tan contundentemente, entonces ignorarlas no resulta tan criminal. ¡Pero sí lo es!  

No hay nada más horrible que leer un texto sin tildes. Como decimos en mi clase de crónica, el texto se súper accidentado. Al lector le toca hacer bastantes pausas para ubicarse. La información que llega al cerebro toma más tiempo en codificarse con el sentido de la palabra. También existe la diferencia entre mas y más. No son lo mismo, y si le falta la tilde, puede llegar a ser muy confuso. La gente no se puede conformar con que Word les corrija todo. Primero porque se vuelven lentos y nunca aprenden; segundo porque, en un momento de su vida en el que no tengan esta herramienta, van a pasar un oso tenaz.

Errores en las comas pueden perjudicar más aún la lectura, principalmente porque esas sí que pueden cambiar todo el sentido de la oración. Me acuerdo que en una clase de crónica, mi compañero Mateo escribió su novia y la fobia que tiene hacia las mariposas. Cuando terminamos de leerla, todos pensamos que estuvo muy buena. Los comentarios apuntaban a que fue divertida y estaba bien escrita hasta que el profesor quiso resaltar un único error: una coma mal puesta estaba cambiando todo el sentido de una oración. Y el resultado era grave. Era algo como así:

“Para Juanita, la criatura más horrible del mundo, en todos sus colores y presentaciones.”  
Él estaba tratando de decir que para su novia Juanita, las mariposas eran la criatura más horrible del mundo, pero por la coma se entendía que su novia Juanita era la criatura más horrible del mundo, no importaba qué color se pusiera ni cómo se viera, siempre lo sería. Todos nos reímos muchísimo, era claro que era un pequeño error. Eso no cambió lo buena que era la crónica, pero sí el sentido de lo que quería decir. Todos nos burlamos de él porque pensamos que si ella lo leyera, seguro le armaría pelea.
Cosas así perjudican las ideas. Uno puede tener una muy buena idea pero si no la sabe expresar, nadie querrá compartirla, innovarla, criticarla ni profundizar en ella.

Hay algo que también me molesta. Ya para este punto pensarán que soy una paranoica y que odio todo, pero la verdad es que solo no me gusta que las personas no se preocupen por su escritura. Si buscan videos en internet (memes, que fue lo que vimos en la siguiente clase), verán que hay mucha gente como yo que intenta expresar su inconformidad. Lo que me molesta profundamente es que las personas digan que las mayúsculas no tienen tilde. ¡A QUIÉN SE LE OCURRE DECIR ESO! es diferente a decir ¡A QUIEN SE LE OCURRE DECIR ESO! No tiene nada de sentido esa afirmación. Una letra, no por ser más grande tiene menos acento, ¿o es que deja de sonar igual cuando es mayúscula? Si sí, entonces lo entiendo.

Cada vez que pienso en esto me acuerdo de un amigo de apellido Ángel, que era obstinado y no le gustaba poner la tilde en la a. Alguna vez lo confronté y me dijo que como era un apellido en inglés, no se lo ponía. Cómo será la rabia que me dio que hasta hoy no he podido olvidarlo. No he podido. Es que, simplemente, no tiene sentido. Tú puedes creer que tu apellido es muy gringo y toda la cosa pero si lo sigues pronunciando en español, con acento español, entonces le pones la tilde. Además, todos sabemos que no es el QUÉ apellido gringo. Distinto sería si su apellido fuera McCarthy o Penn. Uno entiende. Pero sinceramente, yo soy partidaria de escribirlo como suena dentro de las reglas del español. Puede ser que este amigo fuera un alma incomprendida en el mundo que, de verdad tenga un apellido gringo y que ahora tiene la maldición de que todos los colombianos lo hayan cambiado a su gusto solo porque no sabían pronunciarlo. Sin embargo, de nuevo, sinceramente, no creo que sea el caso. Me rehúso.

Algo que no me gusta es que popularmente la gente se conforma con no poner las tildes o utilizar bien el español. Ustedes pueden ver los nombres de las canciones en Spotify, y están muy mal escritas. Tuve un gran problema con la canción de J Balvin que se llamaba Ay Vamos. ¡Gravísimo! Porque la canción en realidad se refería a la palabra ahí. Qué martirio. Cada vez que sonaba era como un constante recordatorio en mi mente de cómo la sociedad no se da cuenta de los terribles errores que comete.

Esta fue la inconformidad que surgió en mí luego de pensar en todo lo que vimos en la clase. Solo espero que, con el tiempo, la humanidad pueda ir ganando más sabiduría frente a este tema.

jueves, abril 19, 2018

Sobre las compañeras repetidas, el síncope y el ñero

Clases del 13 y 18 de abril de 2018

Nunca pensé que la manera en la que nos expresamos coloquialmente tuviera una clasificación y una ‘reglamentación’ seria. Palabras como compa, hombe y ñero son reconocidas por representar a una persona o región. Esto es muy común en nuestro país, es normal andar por la calle y escuchar que la gente acorta las palabras o no termina de decirlas. Gracias a la clase de Ortipografía del miércoles pasado, descubrí que oficialmente estas expresiones que consideramos cotidianas en Colombia se agrupan en apócopes, síncopas y aféresis. 

Una apócope es una palabra a la que se le suprime uno o más sonidos al final. Esto es común en los apodos. Cuando estaba en el colegio (o cole, si se quiere decir en forma de apócope), era muy común encontrarle un apodo a todas las personas que te rodeaban, desde la señora que nos ayudaba en servicios generales hasta a la rectora. Algo muy curioso que ocurría era que muchas de mis compañeras tenían nombres iguales entonces para distinguirlas acortábamos su apellido. Así, para cuando me gradué ya existían 5 Sofía’s diferenciadas: 

1.      Sofi Ló (pez)
2.      Sofi Le (guizamón)
3.      Sofi Or (tiz)
4.      Sofi Pé (rez)
5.      Sophie Al (varez)

Luego sirvió para las María José: Majo Ji (ménez), Majo Pé (rez) y Majo Fern (ández). Para las Camila: Cami Cay (cedo), Cami Gó (mez). Y con el tiempo para todas, solo porque se volvió costumbre: Andre Li (évano),  Male Mo (reno), etc.

A las señoras que nos servían el almuerzo les decían Seño –que siempre me pareció un poco despectivo- y a los profesores nunca les dijimos mister o miss, nosotras optábamos por Javi (er), Dani (el), Yadi (ra), Espe (ranza) –aunque con Espe llegaron al extremo de llamarla Hope, que es esperanza en inglés-. Mis papás siempre se burlaban de mí porque eso implicaba que a los profesores les teníamos demasiada confianza. En parte los apodos nos permitieron molestar con más facilidad. Otro extremo fue cuando a un profesor que se llamaba Jesús le empezaron a decir Chucho y de Chucho pasaron a Chuchanga y luego le cantaban la canción de iglesia que decía Jesús está pasando por aquí cada vez que se lo encontraban. Los profesores nos tenían que aguantar y en parte disfrutaban la molestadera con nosotras. Jamás se me va a olvidar el profesor que nos dejó sin poder ponerle apodo porque su apellido ya era como un apodo. Nos quedamos atónitas y no sabíamos qué hacer. Se llamaba Camilo y su apellido era Alejo. En ese momento ya no había mucho que hacer. Todo el tiempo le dijimos Camilo Alejo.

Creciendo en este colegio, todavía para mí es muy difícil no poder ponerle un apodo a una persona. Eso implica que hay confianza y buena energía en la relación. Por eso odio a la gente que les pone nombres a sus hijos que no se pueden apodar tan fácilmente. ¡No hagan eso!

Por otro lado, una síncopa es la supresión de uno o más sonidos intermedios de una palabra. A penas escuché este término me sonó a síncope, la condición médica que tenían algunas de mis amigas del colegio y que nunca olvidaré cómo funcionaba. Me acuerdo que alguna vez una de ellas iba corriendo por el salón cuando, de repente, se golpeó en el estómago con la punta de un escritorio. No sé si fue por falta de aire o qué, pero cayó al piso y perdió la conciencia. Lo que uno debía saber es que ellas eran muy propensas a desmayarse y a debilitarse fácilmente. El caso, volviendo a la síncopa, un ejemplo sería el típico “hombe” que representa a la palabra “hombre” o “comprao” que hace referencia a “comprado”. Esto suena como al hablado costeño propio de Colombia. Si uno es cachaco es probable que cuando uno vaya a la costa le sea difícil entenderle a la gente de la zona, definitivamente tienes que haber vivido ahí muchos años de tu vida para que puedas entenderlo y hablarlo igual. 

Yo nací en Cartagena pero a los 3 años me vine a vivir a Bogotá. Cuando volví hace unos años, por más de que nací en esa tierra, me fue imposible entender algunas palabras que utilizaban. Existen grabaciones de mi voz a esa corta edad hablando con acento costeño y es impresionante, poco a poco se disipó cuando llegué a la capital. Lástima. El acento costeño es tan característico de nuestro país que las canciones de vallenato están impregnadas de este tipo de síncopas, está la famosa canción de Jorge Celedón titulada Ay Hombe. Ya está arraigado en nuestra cultura, y no hay nada mejor que acompañar las síncopas con el sonido de un acordeón. 


Finalmente, la aféresis. La aféresis implica eliminar uno o más sonidos al comienzo de una palabra. Como decir ora en vez de ahorabus en lugar de autobúsñero en vez de compañerotonces en lugar de entonces, etc. Yo no sé por qué asocio más a la aféresis con el hablado cundiboyacense. Primero, no hay otro lugar en donde se use más el ñero que en Bogotá. Usted puede ir por el transmilenio y los vendedores se llaman entre sí ñeros. Es una expresión entre amigos que suple el parce o el pana. La verdad es que con el tiempo ñero ha empezado a significar una cosa similar a guiso y ahí es cuando pierde el hilo con la palabra compañero. Por eso es difícil entender que es una forma de decirle a alguien con cariño. Yo siempre había pensado que ñero se había originado solo, por azares de la vida, no que específicamente se derivaba de compañero.Tampoco sé si la sociedad captó esto y siempre decía ñero con la intención de hablar de un compañero, o si simplemente se referían a él como un guiso




El punto es que tanto la síncopa como la aféresis son elementos de la gramática muy visibles en Colombia. Sería interesante ver si esto también ocurre en cada país, y si es así, investigar más a fondo cómo sucede. Algo que sí sé es que las tres formas expresivas llegan a mí de forma personal, todas me recuerdan a un aspecto de mi vida, con todas me he topado. Hace poco vi un test que hizo El Tiempo para medir si tu vocabulario es muy colombiano, y me dijo yo tenía un 100%. Ahí se los dejo por si quieren hacerlo. 

jueves, abril 12, 2018

Sobre BlockBuster, las Kardashians y las galletas

Clase del 6 y 11 de abril

Un autor es quien crea una obra. Son los compositores, programadores, escultores, dibujantes, conferencistas y todo aquel que sea productor de algo. Es necesario que toda idea quede plasmada en algo físico y que quede registrado, como en un álbum, un libro, un software, etc. Si no se materializa no se podrán reclamar derechos de autor. El problema en Colombia es que así se registre la autoría, las personas no tienen ningún problema con apropiarse de cualquier imagen, canción y película. Esto es tan común que a los mismos colombianos nos hace gracia lo descarados que somos. Solemos decir que es otra de las colombianadas.

En la clase dijimos que utilizar el trabajo de alguien más para ganar dinero es condenable por plagio. Al utilizar las canciones de diferentes artistas, un DJ debe pedir permiso para modificarlas y darles play, pasa lo mismo con el dueño de un bar o una discoteca. A pesar de que uno lo concibe como un detalle insignificante, ambos están ganando dinero porque hace parte del ambiente que incita a la gente a entrar, comprar y pasar un rato allí. Su ganancia se basa en parte por la música utilizada. Muy loco, ¿no? Nunca se me había ocurrido y parece bobo a penas uno lo escucha pero, la verdad, tiene sentido. 


Muchas personas no saben esto y eso es grave. Piensen: ¿cuántos chuzos cerca a la universidad pagan por poner su música? Yo dudo que lo hagan. Sobre todo porque este es el país del plagio. Cuando uno va por la calle siempre hay una peluquería con la cara de un gringo famoso y estoy segura de que el pobre (1) no tiene idea de que su imagen está un barrio recóndito de Colombia y (2) no autorizó aparecer ahí. Hay restaurantes que ponen la cara de Mario Bros y otros dibujos animados. A veces se les puede llamar precavidos porque, para que no los denuncien, le adicionan una letra y le ponen un gorro de cocinero. Qué descaro. Es importante que la gente sepa de esto, ¿saben si en donde Cris pagan por la música? Pobre Cris, qué tal que le cierren el negocio justo cuando iba ganando la competencia con La Meca. 

El plagio es como las hermanas Kardashian. Está por todos lados, es seductor y en tu inocencia eres vulnerable a ser contagiado por su fiebre. Generalmente piensas que lo que encuentras por ahí o lo que se te ocurre es original pero caes en la desilusión porque todo ya había sido pensado y hecho por alguien más. ¿No es esto obvio, ya que somos demasiadas personas con una misma naturaleza habitando el planeta? No, el ser humano está convencido de que es auténtico y esto no está mal, solo que a veces podemos ser muy ingenuos. Resulta difícil pensar que hay alguien en Polonia que puede estar pensando lo mismo que yo. Estos son algunas de las razones por las que ocurre el plagio inconsciente. 



El plagio consciente se materializa en la piratería. De nuevo, se venden millones de películas ilegalmente. De verdad me pongo a pensar y me pregunto muy seriamente, ¿qué sería de Colombia sin las películas piratas? En serio. Bueno, ya hoy en día tenemos acceso a Netflix, más programas de televisión e internet, pero antes, en mi infancia yo vivía y respiraba por las películas piratas. Yo me acuerdo que habían tardes en las que, después del colegio, venía un señor a mi casa con unas bolsas negras de plástico. Adentro traía montones de películas. Suena bobo pero eso para mí era el paraíso. Tenía alrededor de 6 años y a penas llegaba él yo salía corriendo a ver todo lo que podíamos comprarle. Le podía encargar lo que quisiera, yo era feliz. 

No es un mentira que las películas piratas son un súper negocio en Colombia, por eso insisto en que nuestro país no sería el mismo sin ellas. Entiendo por qué la piratería en esta modalidad es ilegal, pero a veces resulta mucho más fácil. Una vez ya ha evolucionado y durado tantos años, es difícil erradicarla y pensar mal de ella. Aun más cuando yo crecí con la piratería tan normalizada e interiorizada. Así como tengo recuerdos del señor que venía a mi casa a venderme películas, tengo recuerdos gloriosos sobre BlockBuster. Te tocaba arrastrar la puerta con mucha fuerza para poder entrar al local y automáticamente después sentías el cambio de temperatura: abundaba el aire acondicionado. El piso estaba forrado en tapete, arriba habían televisores reproduciendo algunas películas y al lado de las cajas permanecían todos los dulces y palomitas que quisieras. Era el paraíso del señor de las bolsas negras en otra forma. Me acuerdo del sentimiento cuando uno veía en el estante la película que quería pero detrás no había ninguna para rentar. Era horrible. Lo mejor era pasar la semana con ellas en tu casa, sabiendo que podías verlas y repetirlas cuando quisieras. Devolverlas era la parte más triste de la historia. Rentar también era toda una experiencia igual de buena. 


Muchas veces el plagio ocurre porque da pereza estar referenciando a todo el mundo todo el tiempo. Pero si se ponen a pensar, es muy maluco que alguien gane dinero por una idea que era tuya. Hace poco casi me pasa y luego de esta clase me sentí mal. Cada tres meses tengo cita con mi nutricionista, muchas veces le pido consejos sobre algunas recetas que pueda hacer en mi casa y que sean saludables. En medio de la conversación me sugirió seguir en Instagram a una de sus pacientes porque ella publicaba diferentes recetas que iban muy de la mano con las recomendaciones de la doctora. Y yo dije ¡WOW! Luego me di cuenta de que, curiosa e inconscientemente ya la seguía, y la comencé a stalkear.


Todo me parecía chévere y relativamente fácil. Lo que me fascinó más fue el hecho de que era una paciente de mi nutricionista, lo que implicaba que sus porciones y medidas estarían muy relacionadas con mi plan de comida. Hice mil pantallazos de todas las recetas que me gustaban, compré algunos ingredientes y aún tengo pendiente poner todo en práctica. Aun así, mientras hacía todo esto pensaba: “si yo hago estas galletas saludables, la gente me las compraría, seguro que me iría bien”. Claro, uno siempre pensando en el dinero. Como yo vendo chocolates, es algo que tengo en mi mente constantemente: debo reinventarme, encontrar lo que más le guste a la gente, conseguir la mejor calidad de los ingredientes, etc. 

El caso es que luego de pensar esto, inmediatamente se me vino a la cabeza qué pasaría si la otra paciente se entera de que gano dinero haciendo sus galletas saludables. La verdad es que ella, al parecer, hace todo de acuerdo con su creatividad, todo es trabajo suyo y está destinado a ayudar a la gente que la sigue de forma individual. Estoy segura de que ella no lo hace para que otros se beneficien monetariamente. Pensé que sería maluco para ella saberlo y que no estaría del todo bien. Pero, ¿cómo se iba a enterar? Bueno, fue solo una idea, y tampoco tengo tiempo de hornear galletas. Lo importante aquí es que tuve el impulso de hacer plagio y violar los derechos de autor y eso me dio miedo.


A veces pensamos en cosas que podrían hacer un daño a una sola persona y solo por eso justificamos que no está del todo mal. De hecho, la niña que cocina ya tiene otra cuenta de Instagram vendiendo su granola, eso quiere decir que ella ya había pensado lo mismo que yo y, definitivamente, ya lo está haciendo. ¿Ven cómo las ideas se repitan tan fácilmente?


viernes, abril 06, 2018

Sobre un buen comunicador


Hoy quiero escribir sobre algo que ocurrió en la clase del viernes antes de Semana Santa y no es algo como lo que suelo escribir. El profesor Cobos siempre nos ha invitado a escribir libremente, a dar nuestra opinión y a no quedarnos con lo que los demás nos dicen. Bueno, hoy quiero expresar mi inconformidad frente a algo que pasó en esa clase. 

Para empezar, siento que es necesario repasar punto por punto lo que se necesita para ser un buen comunicador:
  1. Un comunicador debe querer servir a la sociedad. Sí, pienso que detrás de toda profesión debe haber una pasión. Ser comunicador de por sí ya implica prestar un servicio a los demás como intermediario. Tu interés es hacer que las personas reciban información y logren establecer relaciones, cambiar su vida, generar una opinión, llenarse de emociones, actualizarse, divertirse, pensar, actuar, denunciar, etcétera. El trabajo del comunicador es construir el puente entre la información y las personas para que ellas puedan vivir mejor. 
  2. Debe tener una visión humana. Un comunicador tiene que ser consciente de que su trabajo gira en torno a la humanidad, y, más específicamente, al ser humano individual con sus necesidades biológicas y psicológicas. Es un error hablar de otros sin considerar su valor humano, no son meros datos u objetos de morbo. No debe aprovecharse de los demás ni pasar por encima de otros para conseguir lo que quiere. Un buen comunicador debe saber retratar esa realidad humana desde lo más sincero y respetuoso de su corazón.
  3. Debe gustarle estar entre las personas, hablar con ellas e involucrarse. Para saber cómo retratar la realidad humana debe estar inmerso en la sociedad, ser uno de ellos. Vivir, alegrarse y sufrir como aquel que retrata. De nada sirve trabajar desde un escritorio si no sabe de lo que está escribiendo. No debe haber una mayor satisfacción para él/ella que estar en contacto con los demás y empaparse de ellos.
  4. Debe tener la habilidad de ser objetivo. Un comunicador debe procurar mantener sus ideas de lado a la hora de trabajar. De nada sirve un periodista o un comunicador organizacional que expone su punto de vista como única verdad y absolutamente todo lo que hace con el fin de conseguir lo que quiere o persuadir a los demás. 
  5. Debe saber explotar su subjetividad. Aunque debe intentar ser objetivo, existen momentos en los que es importante que él tenga su posición clara pues podría llegar a ser muy útil. Siendo el comunicador el que tiene el poder de la información, muchas veces será necesario que hable de su conocimiento de forma subjetiva para iluminar las ideas de otros, para denunciar, para esclarecer la verdad, para fomentar la creatividad e imaginar nuevas maneras de hacer las cosas. Un publicista, un comunicador organizacional, un periodista, un locutor y un director de cine necesitan esto. 
Hay muchas más características importantes que un comunicador debe tener, pero hoy quiero enfocarme en una sexta que es en la que reside mi inconformidad:

6. Debe saber expresarse. Es evidente y es realmente crucial porque o si no, su trabajo podría caer en la malinterpretación o simplemente no podrá entenderse. 

¿Por qué entro en conflicto con esto? Creo que hay muchos tipos de comunicadores y que cada quien encuentra la mejor manera para transmitir lo que quiere. Unos lo hacen por medio de la voz, como un locutor; otros a través de un escrito, como un periodista; unos por medio del trato de persona a persona, como un comunicador organizacional; otros a través del cine, como los que trabajan en audiovisual; unos por medio de la corrección de texto, como los editores y finalmente están los que lo hacen por medio de imágenes e ideas, que son los publicistas. Confío firmemente en que una persona no puede tener a la vez las facultades de todos estos diferentes comunicadores, por algo nos especializamos en una o dos áreas máximo. Además tenemos personalidades distintas que nos permiten desenvolvernos mejor en otros ámbitos. 

Muchas veces una persona que no logra mantener la calma en una discusión puede que no sea la mejor como locutor, así como hay muchos tímidos que se ponen nerviosos cuando son reporteros en la televisión en vivo. Cada quien tiene sus debilidades, uno no puede ser bueno para todo y aceptarlo es parte del proceso para generar una buena salud mental. Muchas veces queremos controlarlo todo y en este mundo que corre a mil no podemos vislumbrar una vida en la que no tengamos másters, especializaciones y tres títulos que afirmen que podemos hacer 5 cosas al mismo tiempo. Vivimos en un afán por probarle a los demás que somos valiosos, cuando en realidad solo basta con que solo nosotros lo sepamos. Ser consciente de una dificultad para hacer algo nos hace más fuertes, no más débiles. Partiendo de este auto-conocimiento es que cumplimos la característica #6. 

Empezamos a escoger en qué área nos queremos especializar una vez sabemos para qué somos buenos, cómo logramos expresarnos mejor. Así, te enfrentas a que si eres publicista, tienes que ser capaz de plasmar tu idea, usar un computador o dibujar; si eres periodista, tienes que ser capaz de plasmar las ideas de otros, hacer análisis críticos y escribir bien; si eres editor, tienes que ser capaz de discriminar un buen libro de otro, corregir sin cambiar la naturaleza del texto, tener buena redacción y querer leer mucho, etc. Nosotros sabemos a lo que nos estamos metiendo y yo sé que hay muchas cosas que nos pondrán a hacer que nos costarán y no habrá de otra, pero solo porque algo nos cueste no implica que debemos renunciar a nuestra profesión.

¿A qué voy con todo esto? 

Sé, profesor Cobos, que como docente es su deber prepararnos para la vida laboral (que nos exige demasiado y definitivamente asusta), pero definitivamente creo que la dificultad para hacer una pequeña tarea como leer en voz alta no determina si eres un buen comunicador o no. Claro que es importante, pero no lo es todo. Cuando nos dijo que si no lográbamos hacer esto no tenía sentido ser un comunicador y que debíamos reevaluar nuestra carrera, creo que fue un poco extremo. Me parece más importante tener pasión por la comunicación, tener las ganas de encontrarse con la gente, de transmitir ideas, de cambiar el mundo, ver y siempre luchar por hacer ver lo humano. Es importante que un comunicador tenga un sexto sentido que le ayude a ver lo que otros no ven y que sepa pedir disculpas cuando se equivoca y que acepte cuando se ha pasado de la raya o se ha hecho malinterpretar. Sobre todo, que acepte sus debilidades y aproveche sus virtudes. Es importante que tenga una moral impecable (como hablamos en la clase de plagio), que vele por el bien de los demás antes que el suyo. ¡Hay tantas cosas que me parecen más importantes! 

Las consecuencias de no considerar estas cosas más valiosas lo vemos todos los días: profesionales a los que les falta pasión y formación ética: periodistas que se dejan chantajear, publicistas cegados por el consumo y su propio bienestar, hay de todo. Sobre todo en este país es crucial rechazar ese tipo de comportamientos, los que verdaderamente tienen un efecto contundente en la sociedad, los que no solo implican un despido y ya sino los que perjudican a las minorías, a las personas de bien, su salud física y mental. Considero que eso sí es mucho más grave, por eso si uno no está dispuesto a mantenerse firme en esas 5 características del comunicador, ahí sí que toca revaluar la carrera. 

Quise escribir esto porque lo que sentí en la clase del viernes fue un castigo innecesario hacia algo mínimo. Sí es importante resaltar los errores pero pueden reparase de otra manera. Si algo he aprendido en mis clases de conductismo es que para erradicar una conducta siempre es mejor un refuerzo que un castigo. Reacciones fuertes pueden hacernos cuestionar todo y afectar nuestro bienestar, hacernos dudar de nosotros mismos, volvernos más introvertidos, hacernos sentir vergüenza y humillación frente a nuestros compañeros; algo que definitivamente no había pasado nunca en esta clase. Creo que usted como profesor hasta ahora lo había hecho muy bien. Siempre lo he admirado por eso. 

Las personas pueden cambiar su conducta si se les ofrece ayuda y se sienten apoyadas, si se les dice que pueden hacerlo y que si trabajan duro, lo lograrán. Es importante considerar las veces en las que nos falla la voz, nos ponemos nerviosos, nos asustamos o simplemente hemos tenido un mal día. Somos seres humanos y, de nuevo, tenemos debilidades. Como usted dice, en la universidad estamos para aprender y creo que en esta clase lo habíamos llevado bastante bien porque había sido un ambiente de corrección muy sano. Lo importante es que de esta manera el aprendizaje empiece a aparecer y la educación dé frutos, no de forma aburrida y forzada, sino de forma natural y divertida. 

jueves, marzo 22, 2018

Sobre CSI, la palabra crítica y las falsas memorias

Clase del 16 y 28 de marzo

Hablar de citas no hace sino recordarme a las veces en las que me ha tocado buscar fuentes hasta el cansancio para poder completar mis trabajos de psicología. No paro de pensar en la vez que tuve que hacer el proyecto final para la clase de Neuropsicología Humana. Fue un martirio. Sufrí demasiado. El tema era sobre las falsas memorias, esas memorias que uno jura que son reales pero en realidad no. Un ejemplo de eso es como cuando te atracan y luego te preguntan cómo era el ladrón. Uno sabe que uno no tuvo tiempo de mirar si el señor o la señora estaban a la moda o no, uno solo se asusta, sale corriendo y ya. Pero suele pasar que, cuando intentamos recordar ese momento, resultamos diciendo que la persona tenía una camiseta azul y tenis blancos, y que era de tez morena y pelo negro. La mayoría de las veces esto no es cierto, solo son construcciones que hacemos en nuestras mentes por una experiencia pasada que tuvimos.

Tengo que aceptar que cuando me gradué del colegio salí con muy buenas bases de APA, utilizábamos las sugerencias todo el tiempo. A pesar de que aún me defiendo, acepto que muchas cosas han cambiado y otras tantas me las inventé. En mi propio mundo me volví tirana y las modifiqué un poco a mi gusto sin darme cuenta hasta ahora. ¡Ey, me acabo de dar cuenta de que creé falsas memorias con respecto a esto!



El trabajo que hice para Neuro no solo era sobre los falsos recuerdos sino de su relación con el lenguaje, más específicamente, la fluidez verbal. Claro, esto complejizó la búsqueda de las fuentes. Doble trabajo, la amenaza emocional y académica era real. La fluidez verbal es “La capacidad de producir espontáneamente un habla fluida, sin excesivas pausas ni fallas en la búsqueda de palabras.” (Zanin, Ledezma, Galarsi, & De Bortoli, 2010) Por ejemplo: si yo te pido que me digas 5 palabras que empiecen por o en 5 segundos, tendrás alta fluidez verbal si lo logras. La clave está en que sean palabras diferentes, no se vale que pongas oso, osa, osito, osota. Esto nos mostraría que no se te facilita pensar en palabras totalmente diferentes como organizar, operar, ocasión; sino que tu vocabulario se reduce oso y su familia. Supongo que estarán pensando cómo carajos se juntan esto con las falsas memorias. Precisamente eso era lo que queríamos averiguar: si se relacionaban o no esas dos variables.

Los falsos recuerdos son más comunes de lo que creemos, nuestra memoria en realidad es muy muy muy imprecisa, ¡no podemos confiarnos del todo! Esperen, tengo que aclarar que si bien “…son registros de información desviados de la realidad (…) no son invenciones extremadamente distanciadas de las memorias verdaderas; es por esto que pueden llegar a guiar el comportamiento y las decisiones del sujeto.” (Alario, Guzmán, Hall, Lozano, & Suescún, 2017) ¿Casos serios de la vida real? Las confesiones en los juicios y casos criminalísticos.




Cuando ven Criminal Minds y CSI es claro verlo: hay personas que no recuerdan muy bien lo que pasó esa noche oscura y fría de octubre cuando la vecina de al lado fue asesinada a sangre fría. ¿Qué hace el testigo? Decir que probablemente oyó el disparo y que recuerda haber hablado con la víctima días antes cuando en realidad no pasó. ¡Gravísimo, ¿no?! Personas inocentes pueden ir a la cárcel gracias a los falsos recuerdos. ¿A quién podemos agradecerle esto? ¡A nuestro cerebro!


Okay, estarán pensando que soy una loca con la psicología pero en realidad es muy interesante y quisiera que lo vieran con los mismos ojos que yo. Las falsas memorias nos hacen ver que nuestro cerebro no es tan perfecto como creemos. No me malinterprenten, amo el cerebro humano, es maravilloso en todas sus maneras, es impresionante todo lo que es capaz de hacer, peeeeero… a veces tiene fallas y eso debemos tenerlo en cuenta.

El caso, volviendo al punto… ¿cómo rayos se relaciona la fluidez verbal con las falsas memorias? En que posiblemente las personas que tienen más fluidez verbal podrían ser más propensas a generar falsas memorias por el simple hecho de que tienen más repertorio verbal, o sea, más vocabulario. Entre más información, eres más propenso a errar cuando se te presentan diferentes estímulos. Por ejemplo, creamos más falsas memorias cuando un familiar nos afirma que así éramos de chiquitos:

––Tú alguna vez te montaste en el pasamanos y te partiste la cabeza en dos, eras muy pequeño para acordarte.

Y uno les cree. Generalmente porque es una persona conocida en la que confiamos y que era más consciente en ese momento. El punto es que entre más detalles nos da, más le creemos. (Más info = más posibilidad de confusión, ¿me hago entender?)

Bueno, lo que hicimos con mi grupo de investigación para ver si nuestra hipótesis era cierta fue hacer dos pruebas, una de fluidez verbal y otra de falsas memorias. Primero les presentamos 8 letras, para cada una debían escribir alrededor de 10 palabras que empezaran por esa letra. Para corregir esto teníamos que tener en cuenta algunos criterios como si habían palabras repetidas o muy parecidas entre sí, como la familia del oso. Además, los voluntarios tuvieron que llenar un formulario respondiendo si leían frecuentemente, en dónde lo hacían, cuántos años tenían, etc. para saber qué podíamos esperar de su vocabulario.




Luego pasamos a la prueba de falsas memorias que consistía en leerles tres listas de palabras, cada una tenía una palabra crítica. La palabra crítica es una que no está propiamente en la lista pero está asociada a las que sí están. Por ejemplo:

Lista 1. Palabra crítica: Noche

Luna
Oscuridad
Estrellas
Negro
Cama
Lámpara
Sueño
Descanso

Si se dan cuenta, la palabra noche no está incluida pero está relacionada con todas las demás. ¡Ahí está el truco! (intento de risa malvada). Los participantes solo tenían que escuchar lo que les leíamos, ellos sabían que tenían que memorizarlo porque después les preguntaríamos algunas cosas.

Y no se imaginan lo que pasó.

Cuando les pasamos una lista sobre las posibles palabras del dictado, muchos marcaron la palabra noche como una que estaba en la lista. ¡SON MENTIROSOS! En realidad no, solo que definitivamente generaron falsas memorias gracias al estímulo que se les presentó antes:

Cuando procesamos el concepto y este se activa en la memoria, la activación se propaga hacia todos los conceptos vecinos y hace que se activen. De esta manera la alta sensación de familiaridad que produce esta activación produce la interferencia cuando la persona se encuentra con la palabra crítica durante la prueba de recuerdo libre, haciendo que formule un juicio incorrecto de recuerdo o reconocimiento. (Martínez Linhares, 2015, p. 8)




En conclusión, de acuerdo a nuestro estudio, cuanto mayor sea el nivel de familiaridad que enfrentamos ante la palabra, debido al alto nivel de fluidez verbal y la cantidad de lectura, será más factible que la persona pueda generar una confusión, y por ende, generar un número elevado de distorsiones en su memoria. (Alario et al., 2017, p. 19) Efectivamente pudimos ver que las personas que tenían un alto rendimiento en la prueba de fluidez verbal,  decían que leían mucho. Y además, pudimos relacionar que eran precisamente ellos los que más tenían falsos recuerdos.

¡Muy chévere, ¿no?!



Okay, tal vez para ustedes no lo sea pero les conté todo esto a lo largo de mi bitácora para mostrarles que corrí el riesgo de cometer auto plagio porque cité algunas partes de mi trabajo de Neuro. Intenté ser cuidadosa solo con el fin de darle un sentido académico a esto porque el auto plagio fue uno de los temas que vimos a lo largo de estas dos semanas. Debo aceptar que es algo complicado, no puedo tomarme en serio que yo pueda ir a la cárcel por copiarme de mí misma.

(A continuación me faltará la sangría francesa, Blogger no logra reconocerla).

Referencias

Alario, N., Guzmán, A., Hall, D., Lozano, L., y Suescún, L. (2017). Relación entre falsas memorias y fluidez verbal. Bogotá D.C.

Martínez, S. (2015) Relación entre la fluidez verbal y el reconocimiento falso. (Tesis de pregrado). Universidad de Salamanca, España.

Zanin, L., Ledezma, C., Galarsi, F., y De Bortoli, M. (2010). Fluidez verbal en una muestra de 227 sujetos de la región Cuyo (Argentina). Fundamentos en Humanidades Universidad Nacional de San Luis – Argentina, 21(1), 209.


lunes, marzo 12, 2018

Sobre el masmelo, Tessa y la máquina de dulces

Clase del 28 de febrero y 2 de marzo

En la clase del miércoles 28 de febrero descubrí la diferencia entre una raya y un guión. En mi clase de Crónica y Reportaje de prensa mi profesor Germán ya me había resaltado que tenía que aprender a escribir bien los diálogos. No voy a contar cómo los escribía, ya me da pena porque igual todos los que leen esto ya sabrán que está mal. ¿Cómo es que leyendo tantos libros, nunca me fijé en la manera en que los diálogos estaban escritos? Lo importante es que aprendí.

Una raya indica un inciso o una interrupción, y es la que se usa cuando se ponen diálogos. Un guión es así "-", por eso una raya es como un guión más largo: "––". Una raya implica una interrupción mucho más contundente. El guión se usa para unir palabras tipo "costo-beneficio".

Esto que acabo de hacer de poner doble comilla en palabras o letras que quiero diferenciar, también está mal porque debería utilizar cursiva. Las cursivas no se usan en nombres de capítulos, frases extranjeras y abreviaturas comunes, términos químicos o letras griegas. Tampoco sabía eso. Yo siempre le ponía cursiva a todo y a nada. De nuevo, en vez de usar una palabra en negrita en medio del párrafo, se pone cursiva. La cursiva está por todas partes, y yo que pensé que no servía de mucho.

En la clase del 2 de marzo, el profesor Cobos le pidió a uno de mis compañeros que leyera su bitácora porque no la había hecho la clase pasada. En su escrito, nuestro compañero describió lo despistado que es porque no suele acordarse de las tareas que deja Cobos o porque no recuerda las veces que dice que no vamos a tener clase. Después de leer su texto, el profesor comentó que no es el tipo de bitácora que él espera, le recomendó dejarse llevar más por la creatividad y ser menos sistemático, más intertextual. No sé por qué eso nos llevó a ver un video sobre el test del masmelo.

El video mostraba un experimento psicológico con niños alrededor de los 4 años, a cada uno lo dejaban solo en una cámara de Gesell mientras los psicólogos observaban su comportamiento. Una persona entraba con el niño al recinto, le decía que pronto volvería y que no se comieran el masmelo que había en la mesa hasta que volviera. Si el niño no se comía el masmelo en su ausencia, recibiría uno más. En el video mostraban a varios niños en desesperación por comerse el dulce, la tentación era terrible. Unos lo comieron, otros no. Al final se concluyó que los niños que no comían el dulce eran más exitosos a lo largo de su vida mientras que los que no resistían la presión y no tenían fuerza de voluntad para retenerse, no eran tan exitosos.





Nunca entendí si esto era una lección para mi compañero pero el video estuvo chévere, me recordó a otro experimento más reciente que se hizo en España con una máquina de dulces. Esta vez todos los niños estaban juntos y los instructores les decían que nadie tocara la máquina mientras ellos no estaban. Los instructores les decían que tenían que ir a recoger algo que se les había quedado pero que a penas volvieran, todos podrían comer. Ustedes no se imaginan lo que pasó a penas cerraron la puerta.

Les voy a dejar el video aquí pero en resumidas cuentas, una sola niña tuvo la iniciativa de forzar la máquina para sacar los dulces. Resultó que, a propósito, la máquina estaba diseñada para que se esparcieran muchos dulces sin cesar; para que la niña pensara que ella había dañado la máquina por desobedecer. La niña entró en llanto, culpó a todos desesperada, les dijo que recogieran los dulces. Yo no podía creer esto. 

Había un niño con una actitud muy curiosa: se preocupó muchísimo y se fue a esconder cerca a una piscina de pelotas, repetía algo como ¡no puedo mirar! ¡no puedo mirar! El niño se sentía culpable también, él no había tocado la máquina pero salió corriendo pensando en las consecuencias que tendrían todos por culpa de Tessa, la niña que desató el desorden. Yo sigo pensando que yo hubiera sido ese niño, pero luego veo a una niña que se había quedado muy juiciosa en su puesto y que luego de un tiempo, al tener a Tessa al lado le dijo muy sinceramente: ¡Por tu culpa! De nuevo pienso, esa también hubiera sido yo. Tessa respondió pegando un grito y siguió llorando.

Cuando los instructores habían indicado las condiciones, Tessa había sido la única en desafiarlos al preguntarles por qué no podía tocar la máquina de dulces. Ahí fue cuando pensé que desde el principio se veía venir. Cuando los instructores se enteran, ella les dice que le han pegado y por eso llora. 

Este experimento hace parte de una serie llamada La vida secreta de los niños y ya he visto varios en donde Tessa siempre es desobediente, me cae mal. Al final los instructores la abrazan y no la castigan. Muchas personas los criticaron por eso pero yo sigo pensando que al ser parte de un experimento psicológico, no es su deber corregir a los niños sino observarlos, ese trabajo ya recae en los padres.





En mis clases de psicología solemos hablar de la ética que debemos tener en la práctica,como cualquier profesional. Hace poco en mi clase de Desarrollo y procesos afectivos vimos un experimento con el fin de entender cómo funcionaba el apego en los bebés. 

La prueba consistía en que una madre ingresaba con su bebé de 6 meses en adelante y empezaba a jugar con él. Luego de un rato entraba una persona extraña para el bebé e intentaba jugar con él. El bebé evitaba el contacto físico y visual con esta persona, a pesar de que cuando llegó notó su presencia y la observó cuidadosamente. El bebé intentaba acercarse cada vez a su madre. La segunda parte de la prueba implicaba que la mamá saliera del salón y dejara al bebé solo con la persona extraña. A penas esto pasó, el bebé empezó a llorar. Es curioso porque antes estaba distraído jugando con varias cosas pero de repente notó cuando su mamá se fue. Se sintió desprotegido y amenazado.

De acuerdo a mi clase de afectivos, los bebés a partir de los 6 meses ya generan un vínculo de apego con su madre o cuidador, ya tienen la suficiente memoria para distinguirla por completo y precisamente por eso aparece un miedo a los extraños. El miedo a los extraños es supremamente importante porque deja ver el vínculo afectivo. Un bebé que tiene apego juega con su cuidador, busca el contacto visual y ríe. En la medida en la que su mamá está, el bebé se siente seguro para explorar el mundo, por eso es que cuando su mamá se va, el bebé se siente desprotegido e inseguro. Ya cuando tienen un año, los niños se pueden desprender un poco más y explorar más a fondo sin tener a su mamá de lado.

El caso es que este tipo de experimentos ya no son considerados éticos por el simple hecho de que no se puede dejar a un bebé a la deriva, llorando y sufriendo. El llanto de este bebé supone un terrible sufrimiento para su edad, no es correcto subestimarlo.


Luego de hablar del test del masmelo, el profesor nos enseñó cómo citar en APA. Hay citas textuales cortas y largas, citas indirectas cortas y largas; pueden haber unas con énfasis en el autor, en el año o en el contenido. En mi mente nunca las había clasificado así, uno solo lo hace y ya. Al final el profesor nos puso unos ejercicios para identificarlas y nos hizo un quiz por Kahoot. Cobos nos propuso que quien quedara en los primeros tres puestos, tendrían 5, 4.5 y 4 respectivamente y estarían eximidos del parcial.

De nuevo, la adrenalina inundó el salón y justo cuando faltaban 2 preguntas para terminar el juego, el proyector colapsó y no pudimos jugar más. Los que iban a ganar no pudieron terminar, mi amigo Mateo era uno de ellos y entró en crisis, ¡estaba tan cerca!

El quiz se pasó para la siguiente clase en la que sería el parcial y se acabó la clase.